BIOSCICAT ha determinado tras finalizar el proyecto «Fuentes Naturales» la necesidad de proteger frente al cambio climático las zonas manantiales del Mediterráneo para la conservación de la biodiversidad.

La Sociedad Catalana de Ciencias para la Conservación de la Biodiversidad (BIOSCICAT) ha finalizado la segunda fase del proyecto enmarcado dentro del “Programa Fuentes Naturales”, ‘Los hábitats fontinales en la montaña mediterránea ibérica’. El objetivo ha sido demostrar el papel ecológico de los sistemas de las fuentes naturales y fomentar su conservación como mecanismo estratégico para minimizar la pérdida de biodiversidad ante el cambio climático. Esta iniciativa ha contado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica en el marco de su convocatoria de ayudas 2017.

Partiendo de los resultados de la primera fase, se llevaron a cabo dos análisis paralelos, uno para el ámbito insular (Sierra de Tramuntana), y otro para el continental (Cordillera prelitoral catalana: Sierra de Montsant y Montañas de Prades). Los trabajos se centraron en comprender a escala regional el mosaico bioclimático y la diversidad ecológica fontinal de cada macizo, para seleccionar fuentes con la suficiente heterogeneidad y singularmente sensibles al cambio climático. Los resultados han demostrado que los manantiales naturales son los hábitats más ricos en biodiversidad del ecosistema mediterráneo, por lo que existe la necesidad de protegerlos urgentemente ante la amenaza que representa el cambio climático y su sobreexplotación.

Dichos resultados conformaron el punto de partida para convocar el SICEF, el primer foro nacional (y europeo) de debate y trabajo centrado específicamente en la conservación de las fuentes naturales como hábitat natural.