“Nunca ha sido más importante entender cómo funciona el mundo natural y cómo ayudarlo” David Attenborough

La Fundación

La Fundación Biodiversidad cuenta con 25 años de experiencia en la conservación del medio ambiente. Trabajamos para favorecer un cambio de modelo socioeconómico que tenga en cuenta los servicios que nos presta la naturaleza y la importancia de preservarlos.

“Nunca ha sido más importante entender cómo funciona el mundo natural y cómo ayudarlo” David Attenborough

La Fundación

La Fundación Biodiversidad cuenta con 25 años de experiencia en la conservación del medio ambiente. Trabajamos para favorecer un cambio de modelo socioeconómico que tenga en cuenta los servicios que nos presta la naturaleza y la importancia de preservarlos.

“Nunca ha sido más importante entender cómo funciona el mundo natural y cómo ayudarlo” David Attenborough

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Una fundación del sector público

Formamos parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Afrontamos un nuevo y ambicioso reto: construir sobre los logros de más de 25 años de historia de la Fundación y avanzar en la puesta en marcha y la gestión de proyectos más ambiciosos, transformadores, replicables en otros contextos y que contribuyan verdaderamente a una transición ecológica, justa e igualitaria. En ese nuevo contexto se enmarcan nuestras convocatorias de ayudas, en el marco del PRTR, para financiar hasta en un 95% proyectos que contribuyan a este objetivo. Proyectos que redunden en una mejora de la biodiversidad, en mitigar los efectos del cambio climático, el impulso de la bioeconomía, el empleo verde y la economía circular, en un mayor mitigar los efectos del cambio climático, el impulso de la bioeconomía, el empleo verde y la economía circular, en un mayor

Revertir la pérdida de biodiversidad para construir un futuro sostenible.

Trabajamos para favorecer un cambio de modelo socioeconómico que tenga en cuenta los servicios que nos presta la naturaleza y la importancia de preservarlos. Para ello, la Fundación promueve acciones en varios frentes a la vez. Trabajamos en la conservación y restauración de ecosistemas, en el fomento del uso sostenible de los recursos naturales y en la lucha contra las causas de pérdida de biodiversidad.

Además, actuamos en todos los territorios, tanto naturales como rurales y urbanos, reforzando en ellos el papel de la naturaleza y de los servicios que proporciona.

Operamos junto con el sector académico, sectores público y privado, sociedad civil organizada y la ciudadanía en su conjunto.

Con la academia y las instituciones científicas, para favorecer que las decisiones de gestión de la biodiversidad estén basadas en el mejor conocimiento disponible. Con el sector privado, por su papel clave en la transición ecológica, no solo como parte del problema, sino como proveedor de soluciones. Con la sociedad civil y ciudadanía en general, como agentes de cambio, para aprovechar al máximo los beneficios y oportunidades de una transición ecológica justa.

Apoyamos el cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de biodiversidad y la implementación de las estrategias y programas de medio ambiente, transición ecológica y reto demográfico, a través de actuaciones transformadoras, escalables y con valor demostrativo.

Con este fin, la Fundación gestiona diferentes fondos nacionales y europeos aprovechando el valor añadido que aporta cada uno de ellos.

Cuando hablamos de biodiversidad, hablamos de naturaleza, pero no son exactamente lo mismo. La definición más extendida de biodiversidad la encontramos en el Convenio sobre Diversidad Biológica, que la define como “la variabilidad de organismos vivos, incluidos, entre otros, los ecosistemas terrestres y marinos y otros sistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas“.

Abarca, por tanto, la enorme variedad de formas en las que se organiza la vida e incluye todas las especies que habitan en el planeta, sean animales, plantas, virus o bacterias, las diferencias genéticas dentro de cada especie (por ejemplo, entre las distintas variedades de plantas o en las razas de animales), los espacios o ecosistemas de los que forman parte y las múltiples interacciones que tienen lugar entre estas especies (humanos, plantas, animales) y su entorno (agua, aire, suelo...).

La naturaleza son todos los sistemas existentes creados al mismo tiempo que la Tierra, e incluye los componentes vivos (la biodiversidad), junto con los componentes inanimados (geología, agua, clima) que también forman parte de ella.

Los bienes y servicios que nos proporcionan los ecosistemas sanos son la base sobre la que se construyen las sociedades. La biodiversidad nos provee de alimentos, medicamentos, materias primas, recursos y energía, que contribuyen a asegurar la supervivencia de humanos, animales y plantas. Además, nos proporciona servicios de los que no podemos prescindir, como la regulación de la calidad del aire y del clima, la purificación de las aguas, la polinización o el control de desastres naturales como las inundaciones, entre otros. Dependemos por tanto de la naturaleza para desarrollar la economía y especialmente también para nuestro bienestar y nuestra salud.

A su vez, el equilibrio del planeta depende de la salud de los ecosistemas y estos, tienen su razón de ser en la biodiversidad, ya que los conjuntos de plantas, hongos, animales, microorganismos, etc., junto al medio que les rodea, interactúan como una unidad funcional. La biodiversidad funciona pues como una red integrada. Si alguna de sus partes sufre daños, todo el sistema se resiente, incluidos los seres humanos. Si continuamos dañando la salud de los ecosistemas, llegará un momento en el que no podremos acceder a servicios ecosistémicos tan importantes para nosotros como el agua potable o el aire puro. Cuidar y respetar la biodiversidad es cuidarnos a nosotros mismos. Una biodiversidad sana conlleva ecosistemas sanos, lo que garantiza el equilibrio del planeta y la prosperidad, la salud y el bienestar de la humanidad.

La Red Natura 2000 es la red de áreas protegidas más extensa del mundo y la principal herramienta de conservación de la biodiversidad en Europa. Así, con más de 27.000 espacios naturales (equivalentes a la quinta parte de la superficie de la Unión Europea), la Red Natura 2000 permite asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y hábitats más vulnerables de Europa y contribuye a detener la pérdida de biodiversidad, una de las mayores amenazas de los ecosistemas europeos.

Para contribuir a revertir la pérdida de biodiversidad, España se ha comprometido a seguir avanzando en la protección y gestión efectiva de al menos un 30 % de nuestra superficie terrestre y marina para el año 2030, para contribuir a la protección de la biodiversidad y hacer frente a los efectos del cambio climático.

España, de hecho, es el país de Europa que más contribuye a esta red con 1.468 Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y 662 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), que comprenden en conjunto una superficie total de entorno más de 222.000 km2, lo que supone un 27,8 % de su superficie terrestre y que, además, representa el 20 % del total de la red europea. Cabe destacar que, en el ámbito marino, España cuenta con 272 espacios en la Red Natura 2000, siendo una de las más amplias y científicamente mejor definidas de Europa. Además, nuestro país alberga el 56 % de las aves incluidas en la Directiva Aves y el 32 % de los taxones incluidos en la Directiva Hábitat y están presentes en España el 56 % de los tipos de hábitats de interés comunitario, entre los que se encuentran algunos tan diversos como praderas de posidonia, estepas salinas, lagunas costeras o prados alpinos.

La Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico contribuye a la consolidación de la Red Natura 2000 como herramienta clave de conservación de la biodiversidad en Europa a través de diferentes programas y convocatorias de ayudas.

Así, el proyecto LIFE INTEMARES contribuye a la gestión integrada, innovadora y participativa de los espacios marinos protegidos y avanza hacia el cumplimiento de los compromisos internacionales de protección marina, basada en la disponibilidad de información científica rigurosa y en la participación de los sectores implicados. Entre sus pilares destacan la investigación, conservación, gobernanza, sensibilización, así como la capacitación de agentes implicados en la gestión eficaz de la Red Natura 2000, que se ha reforzado este año.

Asimismo, la Fundación Biodiversidad trabaja en espacios Red Natura 2000 para garantizar la conservación de especies amenazadas. Coordina el LIFE Cerceta Pardilla, que tiene como objetivo mejorar el estado de conservación de 3.000 hectáreas de humedales para revertir el riesgo de extinción del pato más amenazado de Europa, en situación crítica en España.

Además, con el objetivo de facilitar la adaptación del oso cantábrico al cambio climático, participa en el proyecto LIFE Osos con futuro, con actuaciones en ocho espacios de la Red Natura 2000 de la Cordillera Cantábrica. El proyecto ha iniciado los trabajos para llevar a cabo plantaciones de árboles y arbustos autóctonos productores de frutos, actuaciones de restauración del hábitat, estudios de investigación y acciones de sensibilización dirigidas a los colectivos que desarrollan actividades en los montes oseros.

Entre las especies que recoge la Directiva Hábitat y que se localizan en espacios de la Red Natura 2000, también se encuentran cetáceos tan amenazados como la marsopa y los delfines mular y común, que son objeto de protección en el proyecto CetAMBICion. Esta iniciativa, que cuenta con la participación de 15 socios de España, Portugal y Francia, tiene como objetivo reducir la captura accidental de cetáceos en la subregión del golfo de Vizcaya y la costa ibérica.

Por último, la Fundación Biodiversidad participa en el proyecto LIFE ECOREST, que actúa en el litoral de Girona y Barcelona, donde se encuentran áreas de la Red Natura 2000 como el Cap de Creus. Esta zona está considerada un punto de gran importancia ecológica debido a la alta concentración de especies amenazadas, entre las que se encuentran corales, gorgonias y esponjas. Con el proyecto LIFE ECOREST se prevé restaurar cerca de 30.000 hectáreas de hábitats marinos profundos.

Además, la Fundación ha apoyado a través de diferentes convocatorias de ayudas a más de 150 proyectos que trabajan en espacios Red Natura 2000 en España, orientados principalmente a la conservación de especies y hábitats dentro de estos espacios protegidos, con una dotación superior a los 7,2 millones de euros.

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