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Las comunidades arbustivas mediterráneas albergan una elevada diversidad genética y funcional (superior a la de algunos bosques), y cumplen funciones ecológicas como la protección del suelo, regulación de ciclos biogeoquímicos y almacén de dióxido de carbono. También son relevantes para la sostenibilidad de los recursos agrarios, como la caza, ganadería extensiva y apicultura. Según enuncia la entidad, el aumento de la frecuencia y duración de los episodios extremos de sequía constituyen las causas de la pérdida acelerada de biodiversidad y degradación del funcionamiento de muchos ecosistemas, habiéndose descrito tanto un aumento de la matorralización de las praderas americanas como, por lo contrario, una proliferación de herbáceas de carácter invasivo.

Sin embargo, según señala el Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya, los efectos sobre las formaciones arbustivas mediterráneas son menos conocidos, habiéndose observado en los últimos años un decaimiento importante de algunas especies leñosas. Esto puede dar lugar a una pérdida de biodiversidad, proliferación de algunas especies herbáceas y aumento del riesgo de incendio.

El objetivo general del proyecto ha sido establecer un sistema de detección, predicción y seguimiento de los efectos de sequias intensas y recurrentes sobre la estructura y biodiversidad de comunidades arbustivas mediterráneas del este peninsular.

Los objetivos específicos son:

• Inventariar la composición y estructura vegetal y la fisiografía de las parcelas de seguimiento.
• Predecir los efectos de un episodio de sequía sobre el balance hídrico de comunidades arbustivas.
• Establecer un sistema de alerta de los efectos de episodios de sequía intensa sobre la composición y estructura vegetal de las parcelas de seguimiento.
• Sentar las bases para el seguimiento a largo plazo de la composición y estructura de las parcelas.
• Difundir el interés del proyecto para la conservación de los matorrales mediterráneos en un marco de cambio climático y de usos del suelo.

• Localización de las parcelas de seguimiento en los espacios protegidos de la Red Natura 2000.
• Inventariado y caracterización de las especies arbustivas de las parcelas.
• Inventariado de la flora vascular herbácea y camefítica (caméfito; plantas leñosas) de las parcelas.
• Caracterización de los suelos de las parcelas de seguimiento.
• Parametrización del modelo de balance hídrico con el modelo de simulación forestal Medfate.
• Muestreo del contenido hídrico de especies leñosas en las parcelas de seguimiento.
• Validación del modelo de simulación (Medfate).
• Elaboración de visor de alerta de sequía que muestre el estrés hídrico de la vegetación de las parcelas de seguimiento.

En el marco de este proyecto se han seleccionado y caracterizado 24 parcelas de matorral sobre sustrato calizo, de diferentes zonas; 7 en Aragón, 4 en Valencia y 13 en Cataluña. Las zonas conforman una red permanente para la detección, predicción y seguimiento de los efectos de la sequía sobre la estructura y composición de este tipo de comunidades arbustivas.

Mediante un exhaustivo trabajo de inventariado de cada una de las parcelas, se han recopilado datos de estructura, suelo y especies, tanto a pie como mediante fotografía aérea. Además, se han obtenido bases de datos completas y unas fichas de caracterización de cada una de las parcelas que pueden resultar de gran utilidad para la gestión. Esta información está disponible en un repositorio público.

Por otro lado, tras la aplicación del modelo de simulación Medfate (modelo que ayuda a simular el funcionamiento y la dinámica de las especies vegetales y sus interacciones con respecto al uso del agua), el balance hídrico diario de las parcelas se puede visualizar en el visor de la aplicación Sitedrought en la página web de la entidad.

Aunque se señala que deben aplicarse mejoras, una vez que se implementen en la parametrización del modelo, este visor puede ser una herramienta de elevado interés para establecer mapas de riesgo de incendios forestales. Asimismo, también se destaca su utilidad para detectar cambios en la vegetación por sequías extremas, y para la mejora en la toma de decisiones para la gestión de estas zonas.