La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha participado hoy en la sesión plenaria de clausura del foro “Movilizar a la naturaleza y la sociedad para abordar la emergencia climática: el camino a seguir”, celebrado durante el Congreso Mundial de la Naturaleza, que organiza la UICN, y que está teniendo lugar en Marsella desde el pasado 3 de septiembre hasta el próximo sábado día 11.
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha participado hoy en la sesión plenaria de clausura del foro “Movilizar a la naturaleza y la sociedad para abordar la emergencia climática: el camino a seguir”, celebrado durante el Congreso Mundial de la Naturaleza, que organiza la UICN, y que está teniendo lugar en Marsella desde el pasado 3 de septiembre hasta el próximo sábado día 11.
En su intervención, Ribera ha reafirmado los resultados de la COP 25, organizada en Madrid bajo la presidencia de Chile en diciembre de 2019, y ha destacado la importancia de las soluciones basadas en la naturaleza para mitigar los efectos del cambio climático. En ese sentido, ha explicado que “aquellos enfoques basados en los ecosistemas son medidas que nos permiten abordar la pérdida de biodiversidad y el cambio climático de manera integrada y aprovechar además los posibles beneficios colaterales”.
El papel de la comunidad científica es esencial, ha destacado Ribera. “Uno de los aspectos claves de la COP 25 fue el uso de la ciencia como lenguaje común y como faro para los negociadores. Más que nunca, la comunidad científica estuvo presente, informó y tomó parte en las negociaciones”.
La vicepresidenta ha puesto el acento en el vínculo que existe entre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. “Proteger la biodiversidad requiere abordar la emergencia climática y viceversa”, ha resaltado.
Otro de los aspectos señalados por Ribera ha sido la necesidad de acometer un cambio en el modelo económico y social que permita “restaurar el equilibrio con la naturaleza y a la vez mejorar la calidad de vida de los seres humanos”. En ese sentido, ha puntualizado que “la degradación de los sistemas naturales resultante de nuestro modelo económico es un factor de estrés importante para la salud y el bienestar”.
UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO
La salud humana y su estrecha relación con el buen estado de los ecosistemas ha sido otro de los ejes de su intervención. “La pandemia de la COVID-19 tendrá impactos duraderos en la forma en que concebimos y gestionamos la interacción humana con el ecosistema”, ha manifestado Ribera.
Un cambio de paradigma que afectará a sectores como la energía, la alimentación, el comercio o la reconfiguración de entornos urbanos y que constituye “una oportunidad sin precedentes para impulsar el cambio global y dar un salto hacia sociedades más sostenibles y equitativas”, ha apuntado la vicepresidenta.
Ribera ha destacado la importancia de integrar la biodiversidad en las políticas sectoriales, identificar los recursos y presupuestos necesarios para alcanzar las metas y aumentar la ambición en las contribuciones nacionales de reducción de emisiones (NDC).
“El objetivo es transformar el comportamiento social para proteger el planeta, la biodiversidad y el bienestar humano, desde el punto de vista sanitario, social, económico y financiero”, ha subrayado. En esa línea, las próximas cumbres de la Biodiversidad y del Cambio Climático, la COP 15 y la COP 26 respectivamente, “trabajarán para aumentar el conocimiento y la forma de hacer visible la necesidad de apostar por esta forma de enfocar el problema del deterioro del clima y de la biodiversidad”, ha apuntado Ribera.
EL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL CONGRESO DE LA UICN
Junto a la vicepresidenta han participado otros panelistas como Ivete Maibaze, ministra de Tierra y Medio Ambiente de Mozambique; Jochen Flasbarth, secretario de Estado del Ministerio de Medio Ambiente en Alemania; Rukka Sombolinggi, secretaria general de la Alianza de Pueblos Indígenas del Archipiélago de Indonesia (AMAN), y Mr Rohitesh Dhawan; CEO del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM). Una sesión en la que se ha hecho un balance de las discusiones y eventos relacionados con el cambio climático celebrados durante el foro sobre cambio climático y biodiversidad del Congreso de la UICN, foro que comenzó el 4 de septiembre y finaliza hoy.
El Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, que se celebra cada cuatro años, reúne a miles de líderes y responsables de la toma de decisiones de gobiernos, sociedad civil, pueblos indígenas, empresas y mundo académico con el objetivo de contribuir a la conservación del medio ambiente y promover las soluciones que ofrece la naturaleza ante los retos mundiales en este campo. Esta edición, programada inicialmente para junio de 2020, se pospuso a septiembre de 2021 debido a la pandemia de la COVID-19.
El Congreso tiene dos ejes principales: el Foro, una plataforma de debate público donde se discuten los retos de conservación y sostenibilidad más importantes y urgentes a nivel global, a través de distintos eventos, y la Asamblea de Miembros, el principal organismo de toma de decisiones de la UICN, de la que forman parte gobiernos y ONG que toman decisiones conjuntas en materia de conservación y sostenibilidad.
Tradicionalmente, el Congreso Mundial de la Conservación se realiza en uno de los Estados Miembro de la UICN y en esta ocasión la localidad francesa de Marsella es el escenario de la celebración, que tiene lugar en un formato híbrido, ya que se celebra también de forma online.
Esta edición del Congreso se plantea como un lugar de encuentro y debate que impulsará la acción sobre la recuperación basada en la naturaleza, el cambio climático y la biodiversidad post-2020.