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Los sebadales son imprescindibles para los ecosistemas marinos y el medio ambiente por su gran valor ecológico. Hoy en día están en peligro de desaparecer de las aguas de las Islas Canarias, debido tanto a la contaminación de las aguas como a las construcciones y vertidos descontrolados. Este problema se incrementa por el desconocimiento de estos ecosistemas por gran parte de la población. La Isla de Tenerife es un claro ejemplo de esta situación, según la organización Innoceana.

El proyecto Innomapas, mediante la utilización de tecnología participativa y ciencia ciudadana, combinada con el trabajo científico de Innoceana, ha permitido obtener información innovadora y digital que describe de manera visual el estado de salud de los sebadales de las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) “Sebadales de Antequera y Sebadales de San Andrés”, generando además conexiones y sinergias con autoridades y organizaciones locales y con la Universidad de La Laguna.

El objetivo general del proyecto es dar continuidad al desarrollo de la metodología Innomapas que comenzó Innoceana en el año 2020, esta vez en una localización distinta pero muy cercana y con problemáticas similares como son los sebadales de San Andrés y Antequera, dos Zonas Especiales de Conservación de Tenerife. Dicha metodología busca involucrar a la población local en la conservación de los ecosistemas arenosos de Tenerife, más concretamente del sebadal. Mediante este proyecto se han llevado a cabo actividades de ciencia ciudadana y de ciencia innovadora, desde el monitoreo hasta la generación de material. Otro de los mayores propósitos del proyecto ha sido estudiar por primera vez en la Isla el impacto de los microplásticos en el sebadal.

Los objetivos específicos han sido los siguientes:

• Contribuir a la conservación y al conocimiento del estado del sebadal, especie vulnerable según el Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA). Esta acción incluye la promoción y el desarrollo de técnicas de monitoreo innovadoras, llevar a cabo dicho monitoreo de forma participativa, estudiar los parches de sebadales e involucrar al ecoturismo y a la población local, especialmente a universitarios, buceadores y pescadores.
• Concienciar a la población local, en general, y a las partes interesadas, en particular, sobre la situación crítica del sebadal, su grado de conservación, el impacto de los microplásticos en él y la importancia a nivel ecosistema. La intención es que se entienda la importancia de este hábitat natural, y que de este proyecto salgan nuevas estrategias innovadoras de conservación e incluso una posible restauración del ecosistema.
• Conocer e integrar todos los esfuerzos y conocimientos existentes sobre los sebadales que tenga la población local, desde los centros de buceo, pescadores y locales en general, hasta las universidades e incluso los colegios. Recopilar toda esta información relevante para mejorar la línea base de manera que ayude a estrategias de restauración en las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) del proyecto.
• Dar a conocer el estado de la biodiversidad de las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) propuestas desarrollando una plataforma interactiva de educación y divulgación científica, con mapas interactivos de los sebadales, que sirva a su vez de clara línea base de monitoreo y que pueda ser utilizada como herramienta de concienciación. Dicha herramienta irá hermanada con la Red de Observadores del Medio Marino en Canarias (Red PROMAR), una herramienta del Gobierno de Canarias para el seguimiento y vigilancia de la vida marina del archipiélago.

• Ejecución del monitoreo científico y participativo de los “parches” de sebadales de las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) “Sebadales de Antequera” y “Sebadales de San Andrés”. Entre otras acciones, se crearon 24 modelos 3D de los fragmentos de sebadal y una estructura antropogénica que representa la presión de los fondeos; se redactó un informe sobre la calidad de las aguas en diferentes épocas del año, se elaboraron 8 vídeos 3D durante los muestreos y se realizó un mapeo mediante fotografía aérea de la Zona Especial de Conservación “Sebadales de Antequera” en el mes de junio. Durante la ejecución de esta acción se reportaron 35 avistamientos de fauna y flora en las ZEC objeto de estudio, registrándose la presencia, entre otras especies, del tiburón angelote (Squatina squatina), de 5 individuos de pejepipa (Sygnathus sp.), del alga invasora Caulerpa racemosa, así como de otras especies de algas (incluyendo Halimeda incrassata, posible candidata a ser incluida como invasora en un futuro según anuncia la entidad).
• Desarrollo de los Innomapas digitales e interactivos a modo de plataforma digital y actualización del protocolo de monitoreo de INNOMAPAS 2020: se obtuvo una fotografía aérea de la zona del ZEC “Sebadales de Antequera” con presencia de varios fragmentos de sebadal en el mes de junio; se realizaron 8 recorridos marinos virtuales con distintos escenarios y se desarrolló una animación digital representando un ecosistema con y sin sebadal, con el fin de ser utilizado como recurso educativo. También se realizó un minidocumental de ficción representando un posible futuro en el que el sebadal desaparece y un libro interactivo sobre el tiburón angelote. Finalmente, se redactaron los protocolos seguidos de las distintas fases del proyecto (modelado 3D, actualización de cartografía, calidad de aguas, muestreo de microplásticos, fotogrametría aérea), con factores para tener en cuenta y posibles mejoras, además de informes de los resultados obtenidos en las campañas y un informe final que recoge todo lo aprendido.
• Realización de visitas y entrevistas a cinco centros de buceo; una cofradía de pescadores; un colegio; tres universidades; otras dos instituciones educativas; 3 radios; 4 empresas y 8 asociaciones con el objetivo de anunciar el proyecto y buscar interesados en la participación. Se consiguieron un total de 97 voluntarios que fueron posteriormente formados en las correspondientes técnicas y metodologías para participar en el monitoreo y que contribuyeron a lo largo de las diferentes fases de la iniciativa.
• Recopilación y análisis de información existente sobre los ecosistemas arenosos de las Islas Canarias: se revisaron 57 artículos cubriendo distintos aspectos del proyecto y se recopiló información sobre las dos Zonas Especiales de Conservación (ZEC) objeto de estudio.
• Difusión, divulgación y comunicación de las acciones y resultados del proyecto.

Gracias a este proyecto se ha comprobado la extensión y estado actual de conservación del sebadal localizado en la zona noreste de Tenerife. El empleo de técnicas de cartografiado basadas en la fotogrametría, combinadas con el empleo de monitoreos participativos, supone un importante avance de cara al seguimiento del estado de conservación de estos ecosistemas.

De este modo, la iniciativa ha conseguido actualizar la información existente sobre la extensión y estado del sebadal de las Zonas de Especial Conservación (ZEC) “Sebadales de San Andrés” y “Sebadales de Antequera” a través de la participación de 97 voluntarios en total y desarrollando nuevas metodologías para el monitoreo de este ecosistema, con un total de 210 horas de monitoreo. Durante el desarrollo del proyecto se ha registrado la proliferación de algas en esta zona y se ha detectado la potencial presión causada por los fondeos descontrolados en la Playa de Antequera. Debido a esta problemática, la entidad entregó a las autoridades una propuesta para el establecimiento de fondeos fijos reglamentarios para evitar que las anclas de las embarcaciones dañen los parches de sebadal, reduciendo de forma directa su erosión y su pérdida.

Igualmente, el proyecto ha servido para estudiar hábitats de interés biológico a lo largo de 1110 bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina. Además, ha servido para contribuir a la conservación de dos especies amenazadas: la seba (Cymodocea nodosa), población canaria incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) y considerada vulnerable en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y Especie de Interés para los Ecosistemas Canarias en el Catálogo Canario de Especies Protegidas; y el tiburón angelote (Squatina squatina), población canaria incluida en el LESPRE y considerada en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Por último, el proyecto ha realizado un importante esfuerzo en aspectos de divulgación, formación, participación ciudadana y sensibilización, generado numerosos recursos e información que servirán tanto para contribuir a la conservación de estos sebadales como para promover la sensibilización de la población sobre este hábitat.