El proyecto se centra en la restauración del lecho natural del tramo del arroyo Cortecero -urbanizado de forma definitiva en las últimas décadas del siglo XX, tras la inundación del año 1989-; la recuperación de la biodiversidad y del ecosistema asociados; la creación de nuevas zonas verdes estanciales y de inundación junto a las márgenes que sirvan tanto para una mejor integración del arroyo en el uso y percepción pública, como para mayor capacidad de respuesta en época de crecidas y la eliminación y adaptación de barreras transversales y cuellos de botella hidráulicos. De este modo, se persigue lograr la adaptación de la ciudad a fenómenos extremos en un contexto de emergencia climática.
Algunas de las acciones que contempla este proyecto son:
Restauración ecológica del arroyo Cortecero en su tramo urbano en Manzanares El Real (Manza tiene arroyo)