Los sistemas dunares cantábricos desempeñan una importante función de protección de la franja costera frente a eventos climáticos y marítimos extremos, además de tener un alto valor de conservación ya que albergan especies singulares exclusivas de estos ecosistemas.
Estas especies, que forman parte de la vegetación de las dunas costeras, se desarrollan bajo condiciones ambientales poco favorables y con frecuencia extremas, que incluyen la exposición continua al spray salino, frecuentes enterramientos bajo la arena, inundación por el agua de mar, largos períodos de sequía, fuerte exposición al viento y a las altas temperaturas, una elevada salinidad del suelo y erosión marina. Según expone la entidad, ante estas condiciones extremas, las especies que han conseguido adaptarse son frágiles y escasas, y presentan una gran similitud, morfológica y funcional en gran parte de las zonas templadas del mundo.
En este delicado equilibrio, según la Fundación Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria, la acción de las actividades humanas ha desencadenado un extenso cambio ecológico y morfológico. La destrucción y fragmentación de los sistemas dunares costeros, y de los procesos relacionados con su formación y mantenimiento, han conducido al deterioro y pérdida de un buen número de hábitats dunares y a la proliferación de especies invasoras. Como resultado de este proceso, en Europa, hoy en día, los sistemas dunares incluidos en la Red Natura 2000 son los hábitats con una menor proporción de evaluaciones “favorables” en su estado de conservación.
En esta línea, el proyecto SANDS ha perseguido diseñar una red de seguimiento sistemática, periódica y replicable del estado de conservación de los ecosistemas dunares cantábricos basada en sensores remotos. Asimismo, SANDS ha contribuido a conocer la extensión actual y la tendencia futura de estos hábitats, evaluar las funciones y procesos, e identificar los peligros que amenazan su conservación. El proyecto ha tenido, según la entidad, un carácter demostrativo, a través de la aplicación de la metodología desarrollada en Espacios Naturales Protegidos de la Región Biogeográfica Atlántica.
El objetivo general del proyecto ha sido diseñar e implementar una red de seguimiento del estado de conservación de los ecosistemas dunares cantábricos, basada en la utilización de sensores remotos.
Los objetivos específicos han sido los siguientes:
El proyecto ha permitido diseñar e implementar una red de seguimiento sistemática, periódica y replicable del estado de conservación de los sistemas dunares de la región biogeográfica atlántica, basada en la información proporcionada por imágenes obtenidas de sensores remotos aerotransportados y satelitales.
Para la caracterización de los patrones de distribución espaciales de la vegetación se ha aplicado la metodología en siete sistemas dunares del norte de la Península Ibérica integrados en espacios naturales protegidos: Parque Natural de las Dunas de Corrubedo (Galicia), Reserva Natural Parcial de Barayo (Asturias), Parque Natural de las Dunas de Liencres (Cantabria), ZEC Dunas del Puntal y Estuario del Miera (Cantabria), sistemas duranes de Trengandín y Berria en el Parque Natural de las Marismas de Santoña (Cantabria), y sistema dunar de Santiago en la ZEC Ría del Urola (País Vasco). Una vez testada su validez, este método se ha aplicado en los cuatro sistemas dunares cantábricos de Liencres, El Puntal, Trengandín y Berria, donde se ha evaluado la extensión de sus comunidades vegetadas, su estado fisiológico (funciones) y el nivel de presión al que se encuentran sometidos.
Los resultados obtenidos evidencian que, en su mayor parte, los sistemas dunares estudiados se encuentran en un estado de conservación favorable, aunque con signos de alteración por la acción de las presiones antrópicas y con un riesgo real de erosión estructural (retroceso de la línea de costa a largo plazo), en escenarios futuros de cambio climático y que podría alcanzar las dunas del Puntal y Somo. Dicha amenaza tiene características diferentes en cada uno de los sistemas: mientras que algunos se ven afectados por el retroceso de la línea de costa, en la gran mayoría de ellos la principal amenaza es la ocurrencia de eventos erosivos extremos. El estudio de erosión estructural muestra un retroceso de la línea de costa que afecta a toda la playa seca alcanzando la duna en el Puntal y en Somo, en prácticamente todos los escenarios futuros.
En cuanto al análisis de la distribución de las comunidades dunares vegetadas, se ha puesto de manifiesto una tendencia positiva en la extensión del sistema dunar vegetado de El Puntal y Trengandín, mientras que Liencres y Berria muestran una tendencia ligeramente negativa. Además, el indicador del estado fisiológico de las comunidades vegetales dunares muestra una tendencia estable, o ligeramente positiva, en el conjunto de sistemas dunares analizados. Asimismo, los cuatro sistemas dunares analizados se encuentran antrópicamente alterados, bien por su naturaleza, bien por su grado de intervención. No obstante, ninguno de ellos ha terminado siendo catalogado como prioritario de conservación, aunque Liencres presenta un estado de conservación “no favorable” y sí que se ha catalogado como prioritario de restauración.
Por otro lado, la entidad destaca el importante esfuerzo realizado en la difusión y divulgación de sus resultados, materializado en la creación de una página web, 2 notas de prensa, una aparición en radio, un vídeo, 12 publicaciones en Twitter, 4 en Instagram y 5 en LinkedIn, la edición de un tríptico del proyecto, material didáctico y un manual dirigido a gestores, y la realización de dos talleres con escolares, con 84 participantes.
Finalmente, la entidad ha elaborado un manual en el que se identifica las aplicaciones de la teledetección para el seguimiento del estado de conservación de los sistemas dunares. Este documento está dirigido fundamentalmente a las administraciones competentes en la gestión de espacios naturales protegidos y, particularmente, a los gestores y técnicos implicados en el seguimiento de hábitats y especies protegidos. En él se incluyen las lecciones aprendidas en el proyecto y aborda aspectos como las utilidades de la teledetección, las características de las imágenes, la importancia de las variables predictoras, el uso de datos multitemporales y la calidad de la clasificación en zonas de baja cobertura de la especie, en zonas con condiciones ambientales estables y en zonas con condiciones ambientales cambiantes.
Seguimiento del estado de conservación de los ecosistemas dunares cantábricos mediante el empleo de sensores remotos