Para lograr la descarbonización del sector de la edificación, es necesario aumentar sustancialmente el uso de la madera estructural en España. La madera, como un recurso renovable y de bajo impacto ambiental, tiene el potencial de reemplazar materiales convencionales más contaminantes, como el hormigón y el acero. Al promover la edificación con madera industrializada estructural, se contribuye a la descarbonización del sector y se apoya la transición hacia una economía más verde y sostenible.
El proyecto pone énfasis en la gestión forestal sostenible y el aprovechamiento de maderas de alto valor añadido, ya que esto es fundamental para preservar los bosques y su biodiversidad en toda España, buscando obtener una madera de mayor valor añadido y distribuida geográficamente para impulsar una bioeconomía de proximidad. La iniciativa destaca la importancia de la diversificación de especies utilizadas en la edificación para fomentar la biodiversidad forestal. En lugar de depender únicamente de unas pocas especies dominantes, se busca identificar y aprovechar el potencial de especies autóctonas adicionales, como el roble, el abedul, el castaño, el pino carrasco y la haya. Esto no solo promoverá la conservación de la diversidad forestal, sino que también permitirá una mayor variedad de productos madereros y usos en la construcción, lo que a su vez fomentará la economía verde y la creación de empleo rural.
La propuesta tiene como objetivo principal el establecimiento de vínculos entre la calidad de la gestión forestal, la diversidad de especies arbóreas y su aplicabilidad en la transformación del sector de la edificación:
Impulso al potencial transformador de la gestión forestal para la producción sostenible de maderas de alto valor añadido y la promoción de la bioeconomía en el sector de la edificación (ForestED)