Descripción:
La reciente Decisión de la Unión Europea (2017/848) de incluir específicamente el Hábitat Pelágico (HP) así como ciertos criterios que deben considerarse para estimar su calidad siguiendo la Directiva Marco de Estrategias Marinas (DMEM; en particular en lo referente al Descriptor 1: Biodiversidad) ha dejado en evidencia la existencia de un gran vacío metodológico y de conocimiento básico. Por el momento no existe consenso alguno en cuanto a la definición del Buen Estado Ambiental (GES, Good Environmental Status) para los HP. Sin embargo, resulta imprescindible determinar cuáles son las cualidades que un HP debe reunir para que se le considere en GES para crear indicadores que permitan cubrir los objetivos de seguimiento y gestión propuestos en la DMEM (Dickey-Collas et al. 2017).
Una de las condiciones que debe cumplir el HP para cumplir con los criterios de GES es que todas las especies presentes en condiciones ambientales normales deben poder ser capaces de encontrar su HP necesario para completar su ciclo vital. Otra de las condiciones que debe cumplir el HP para estar en GES es precisamente que no se vean obstruidos ni la dinámica física del océano, ni, por lo tanto, a los movimientos de biota y masas de agua (Dickey-Collas et al. 2017). El conocimiento del ambiente pelágico, de las características hidrográficas y dinámica de las masas de agua juega un papel fundamental para comprender los procesos que regulan tanto la dinámica de poblaciones explotadas por la pesca (Alvarez-Berastegui et al. 2014) como la diversidad marina (Hidalgo et al. 2015). Ese conocimiento resulta, por tanto, crucial para la evaluación y la planificación de medidas de gestión destinadas a asegurar la sostenibilidad de los recursos vivos pelágicos y demersales. Las series temporales de fases planctónicas y, variables hidrográficas y biogeoquímicas (nutrientes y oxígeno disuelto) pueden constituir una herramienta muy valiosa de seguimiento de biodiversidad marina y cambios en las masas de agua. Estos cambios se pueden utilizar para determinar indicadores y valores umbrales que definan el GES de un HP y su impacto en la biodiversidad. Muchas especies de peces en el Mediterráneo tienen su época de puesta en primavera-verano.
Existen series de datos de larvas de peces de primavera-verano para la mayoría de las Sub-Areas Geográficas (GSAs) del Mediterráneo descritas por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo. Para la mayoría de las GSAs también existe información hidrográfica relacionada a la de larvas de peces suficiente como para poder cubrir los objetivos que respecto al establecimiento de rangos y umbrales propone la Decisión UE 2017/848: «El establecimiento de valores umbral debe tener en cuenta la naturaleza dinámica de los ecosistemas marinos y sus elementos, que pueden cambiar en el espacio y el tiempo debido a las variaciones hidrológicas y climáticas, a las relaciones predador-presa y a otros factores medioambientales. Los valores umbral deben reflejar asimismo el hecho de que los ecosistemas marinos pueden recuperarse, si estuvieran deteriorados, a un estado que refleje las condiciones fisiográficas, geográficas, climáticas y biológicas predominantes, en lugar de volver a un estado anterior concreto».
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