La propuesta tiene una importancia estratégica decisiva al abordar la erosión y degradación del suelo en territorios mediterráneos, donde la fragilidad de los ecosistemas y la presión antrópica agravan los impactos del cambio climático. A través de la integración de datos de largo plazo, modelización ecogeomorfológica avanzada e inteligencia artificial, el proyecto permitirá detectar puntos críticos de erosión, anticipar escenarios de riesgo y establecer umbrales de degradación del suelo y transporte de sedimentos. Su enfoque multiescalar, aplicado a la escala de cuenca, fortalece la resiliencia socioecológica, contribuye al cumplimiento de la Directiva Marco del Agua y del Plan Nacional contra la Desertificación, y genera transferencia directa de conocimiento a la sociedad balear mediante la red de monitorización RiscBal.
Mejorar las herramientas de análisis, seguimiento y pronóstico de los procesos de degradación del suelo y desertificación en Baleares, con un enfoque integral y adaptativo teniendo en cuenta diferentes escenarios de cambio climático y de usos del suelo.
El proyecto combina recopilación de datos de largo plazo, análisis experimental y modelización avanzada para abordar la degradación del suelo en entornos mediterráneos. Se construirá una base de datos de más de 13 años sobre escorrentía y transporte de sedimentos, aplicando algoritmos de aprendizaje automático para mejorar la predicción de cargas. Además, se realizarán análisis espectrométricos y fisicoquímicos del suelo, junto con datos de teledetección y un sistema autónomo de monitoreo para rastrear el origen de sedimentos. La modelización ecogeomorfológica permitirá generar escenarios de cambio global, identificar umbrales críticos de degradación y alimentar la red RiscBal para optimizar la gestión ambiental.
Monitorización terrestre e inteligencia artificial: indicadores y estrategias contra la desertificación en ambientes mediterráneos (MED-GeoSoil)