El angelote (Squatina squatina) es una especie en peligro crítico de extinción a nivel mundial, incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, cuyas poblaciones estables han visto reducida su distribución geográfica al Archipiélago Canario debido, fundamentalmente, a amenazas relacionadas con la sobrepesca. Esta especie utiliza bahías resguardadas de las islas como áreas críticas para su reproducción y cría, lo que hace que el desarrollo turístico de las mismas ponga en peligro su supervivencia. Esta segunda fase del estudio de sus ritmos circadianos y estacionales, así como de sus desplazamientos en el entorno de dichas áreas y hacia aguas profundas, permitirá ampliar los conocimientos sobre la ecología de la especie y orientar medidas de gestión que contribuyan a compatibilizar su recuperación con el uso turístico de estas zonas.
El objetivo principal del proyecto ha sido estudiar el comportamiento espacio-temporal del angelote y su interacción con actividades humanas en el entorno de áreas críticas para su conservación, contribuyendo a su futuro Plan de Recuperación.
Entre los objetivos específicos destacan:
El angelote (Squatina squatina) es una especie de tiburón bentónico que se encuentra actualmente en peligro de extinción. El proyecto desarrollado se basa en un estudio de sus poblaciones en las Islas Canarias, consideradas el único lugar del mundo con poblaciones saludables.
Para su preservación el proyecto ACUSQUAT II ha tenido como objetivo recopilar la mayor cantidad posible de información sobre el comportamiento, los hábitos migratorios y la distribución de la especie, con la intención de poder elaborar un futuro plan de conservación y recuperación de sus poblaciones en las Islas Canarias.
El proyecto ha permitido aumentar la información disponible sobre el comportamiento reproductor del angelote, confirmando que éste se aproxima a zonas costeras resguardadas, principalmente en los meses invernales, entre noviembre y febrero, que es cuando ocurre el apareamiento, para luego desplazarse a aguas más profundas. Nuevamente regresan a la costa previamente al inicio del verano, entre mayo y julio, para que tenga lugar el nacimiento de las crías. Según los resultados estos juveniles suelen permanecer en estas zonas resguardadas durante su primer año de vida. El resto del año (primavera y otoño), permanecen en zonas profundas, entre los 70 y 150 metros de profundidad. Estos datos se han obtenido mediante una red de receptores acústicos en la costa sur y suroeste de Gran Canaria, capaz de captar la presencia de los ejemplares adultos de angelote que fueron previamente marcados con emisores. Se ha reacondicionado la red previa de receptores ya instalados con el proyecto ACUSCUAT I, también apoyado por la Fundación Biodiversidad, y se ha llevado a cabo un marcaje en 9 ejemplares adultos de la especie. Para apoyar la red fija de receptores que cubren un área aproximada de 500 hectáreas, en ACUSQUAT‐II se desarrolló también un prototipo de vehículo autónomo submarino (VAS) que porta un receptor móvil. En el desarrollo de la iniciativa se han realizado 4 campañas de monitorización detectándose 4 ejemplares marcados.
Se han llevado a cabo numerosas actividades de divulgación sobre la situación de esta especie, y sobre los trabajos realizados en el marco del proyecto, destacando la participación en dos congresos, la publicación de un artículo y un video divulgativo, y la elaboración de una pequeña guía para la gente del mar que facilite el manejo adecuado de angelotes para la retirada de anzuelos. En conjunto se ha llegado a alrededor de 20.000 personas.
En este sentido, se destaca los métodos de ciencias ciudadana utilizados en el marco del proyecto que ha permitido recopilar información aportada por pescadores, buceadores y científicos, reportando avistamientos y capturas accidentales de ejemplares adultos de angelote próximos a los 100 metros de profundidad, incluyendo imágenes grabadas con la ayuda de ROV en profundidades en torno a los 120 metros.
Finalmente, la iniciativa ha destacado que, en las islas uno de los problemas más preocupantes para la supervivencia de la especie radica en que muchas de las áreas reproductivas coinciden con playas de elevado interés y desarrollo turístico, como Las Teresitas (en Tenerife), Puerto Rico, Anfi del Mar o Amadores (en Gran Canaria), Jandía o El Castillo (en Fuerteventura) y Playa Blanca (en Lanzarote), entre otras muchas, donde se subraya la necesidad de hacer un esfuerzo importante de trasladar información y concienciación a los usuarios de estos espacios para compatibilizar la supervivencia de la especie y el disfrute de los recursos naturales y de ocio que ofrecen las playas de las Islas Canarias.
Seguimiento acústico del comportamiento del angelote (Squatina squatina) en áreas críticas de conservación (Acusquat‐II)