Este proyecto tiene como objetivo contribuir a la conservación de especies amenazadas de aves y mamíferos marinos de Canarias.
Este proyecto del Grupo de Investigación de Cetáceos (GIC) tiene como objetivo contribuir a la conservación de especies amenazadas de aves y mamíferos marinos de Canarias. Se trata de especies protegidas por la Directiva de Aves y la Directiva de Hábitat y continuar con los trabajos ya iniciados en un proyecto anterior.
En esta nueva edición se insiste en reducir el riesgo de colisión entre buques y cetáceos en Canarias, especialmente los cachalotes, y en profundizar en el conocimiento de la pardela chica, así como implantar medidas de conservación para reducir su declive.
En el caso de las colisiones se continúa con el Grupo de Trabajo de Prevención de Colisiones entre cetáceos y embarcaciones en Canarias y se amplía el número de entidades participantes. Se pretende avanzar en el diálogo con los ferris para aplicar medidas de mitigación en el tráfico interinsular.
Además, se inicia un proceso de diálogo con la Organización Marítima Internacional para promover un sistema de alerta a los buques de tránsito y un informe obligatorio a los capitanes de los grandes buques que entran en el área de Canarias, además de evaluar la posibilidad de un cambio en la ruta de estos barcos por el archipiélago, para que no coincida con zonas de alta concentración de cachalote.
Otro de los objetivos de la iniciativa es que los navegantes reciban información sobre las colisiones y sobre cómo evitarlas. Asimismo, se les informará sobre la obligación legal de reportarlos a las autoridades marinas.
Además, se continua con los trabajos de la Red de Avistamiento de Cetáceos y Aves Marinas para identificar las zonas y las épocas de mayor concentración de cetáceos.
Respecto a las pardelas, se utilizarán nuevas tecnologías para aumentar la precisión de los muestreos y se profundizará en el conocimiento de la distribución del mar y de sus hábitos. Se seleccionará una colonia piloto para su gestión y monitoreo mediante la instalación de cajas nido y el uso de reclamos sonoros.
Así, se espera avanzar en las medidas de mitigación interinsulares, en el caso de las colisiones, y conseguir una nueva estimación poblacional en tierra, en el caso de las pardelas. Se espera que los censos, combinados con las nuevas tecnologías, permitan evaluar la eficacia de los nuevos sistemas y extrapolar con mayor precisión los datos para conocer su comportamiento en el mar. También se instaurará una nueva colonia de cría de la especie de fácil monitoreo a través de la colocación de cajas nido.
Los censos se realizarán de una manera acústica (mediante sistemas de grabación) y visuales (por cámara termográfica). También se harán marcajes con dispositivos de seguimiento remoto.