Linea de actuación:

Ecosistemas terrestres

Estado:

Finalizado

Fecha de ejecución:

2020

Fecha de finalización:

2023

Presupuesto total:

112.533,80 €

Importe de la ayuda de la Fundación Biodiversidad:

72.415 €

Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA)

La contaminación por microplásticos es un grave problema ambiental que representa una amenaza para la biodiversidad. Recientemente, ha crecido el número de estudios y campañas de concienciación sobre el alcance y repercusión de estas partículas en sistemas naturales, especialmente en ambientes marinos. Sin embargo, en humedales costeros, y en el Delta del Ebro en particular, no hay estudios sobre su disponibilidad para los organismos y las campañas de concienciación están centradas en macroplásticos, descuidándose el impacto que estas micropartículas pueden tener en estos ecosistemas de gran valor ambiental.

Determinar la disponibilidad y tipología de microplásticos en estos ambientes es el primer paso imprescindible para evaluar su impacto sobre la biodiversidad. Proporcionar una herramienta de “machine learning” para su clasificación puede ayudar en la gestión de esta problemática en humedales costeros.

El objetivo general del proyecto ha sido estudiar la disponibilidad de partículas de plástico (micro y macro) en ambientes clave para la biodiversidad del Delta del Ebro.

Además, ha contado con estas metas específicas:

• Obtener información relacionada con micro y macroplásticos en diferentes ambientes.
• Obtener información relacionada sobre metodología para el muestreo y separación de partículas de plástico.
• Determinar la distribución espacial de los diferentes tipos de microplásticos en ambientes clave de la Red Natura 2000.
• Puesta a punto de la metodología y validación del modelo basado en máquinas de soporte vectorial.
• Difusión del proyecto y concienciación a la sociedad del impacto de los microplásticos en la biodiversidad.

• Revisión trabajos publicados en los últimos cinco años.
• Selección de la metodología más adecuada para la separación de las partículas de plástico y elaboración de un protocolo.
• Selección de los hábitats clave y el plan de muestreo.
• Muestreo de agua y sedimento.
• Identificación y separación de partículas de origen sintético de las de origen vegetal.
• Recuento de partículas según forma y tamaño.
• Entrenamiento, calibración y validación del modelo.
• Informar a la sociedad del inicio del proyecto y los objetivos planteados mediante notas de prensa y uso de redes sociales.
• Charlas divulgativas dirigidas a diferentes sectores (económicos y sociales) y públicos (adulto, escolar).
• Elaboración de material de divulgación del proyecto y de toma de conciencia de la problemática.
• Difusión continua durante la ejecución del proyecto de las acciones realizadas mediante el uso de redes sociales y tecnologías de la información propias y de entidades del ámbito de la conservación.
• Búsqueda de sinergias con los principales actores locales (Parque Natural del Delta, entidades de políticas ambientales y asociaciones ambientalistas) y nacionales (gestores técnicos de humedales costeros protegidos como parques naturales o humedales dentro de la Lista Ramsar) con posibles proyectos vigentes relacionados para optimizar la repercusión de los resultados y maximizar la difusión e implicación social.
• Difusión de los resultados obtenidos mediante notas de prensa, a través de redes sociales y publicación de artículos técnico-divulgativos en revistas científicas y de divulgación ambiental.
• Organización de una jornada de transferencia para la difusión de los resultados del proyecto con participación de los responsables de proyectos relacionados en España.

El proyecto Biodisplas ha permitido realizar la primera estimación de la concentración de microplásticos en el sedimento de un arrozal y cinco lagunas ubicadas en el hemidelta sur del Delta del Ebro, conocidas como Los Calaixos de Buda, La Tancada, L’Alfacada, La Platjola y La Punta de la Banya.

Los resultados revelan una concentración promedio de alrededor de 300 microplásticos por kilogramo de sedimento, abarcando partículas con tamaños que varían entre 0,08 y 4,96 milímetros. Entre los tipos de plástico encontrados, los filamentos se destacan como los más abundantes, mientras que los colores negro, blanco y transparente resultaron ser los más comunes.

Además, gracias a la utilización de un sistema de inteligencia artificial, se ha sentado la base para el desarrollo de un sistema automatizado de análisis de imagen que permitirá contar eficazmente estas micropartículas, aportando así una herramienta valiosa para futuras investigaciones en esta área.