El fin del proyecto es conocer cómo incide el cambio global en los robledales de Quercus pyrenaica en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
La Sociedad Española de Biología de Conservación de Plantas (SEBICOP) ha ejecutado el proyecto «El cambio climático y la composición florística de los hábitats: ¿ha habido ya cambios en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama?», cuyo objetivo era conocer la incidencia del cambio global en los robledales de Quercus pyrenaica, un tipo de bosque cuyas principales masas mundiales están en España y que está catalogado como de Interés Comunitario. La iniciativa ha contado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad a través de su convocatoria de ayudas. La iniciativa se ha desarrollado en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su Zona Periférica de Protección (Comunidad de Madrid y Castilla y León).
El estudio ha supuesto la realización de un inventario florístico en los robledales de Quercus pyrenaica de la Sierra de Guadarrama que han permitido su comparación con inventarios realizados en los años 80, además de un análisis de datos meteorológicos para conocer la evolución climática.
La adaptación al cambio climático de cualquier actividad requiere conocer previamente el alcance o perturbación que introduce dicho cambio. Gracias al estudio realizado en el marco de este proyecto se ha podido conocer mejor de qué forma están cambiando los bosques de roble rebollo del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su Zona Periférica de Protección. Un conocimiento básico para mejorar la gestión silvo-pastoral de estos bosques así como su conservación.
El estudio arroja como conclusiones una clara tendencia al aumento de temperaturas de la zona de 1,66 grados centígrados y un aparente, aunque menos significativo, descenso de las precipitaciones de 186 mm (valores medios anuales). Los bosques de la zona son más ricos de lo qie se pensaba, ya que se han detectado hasta 247 especies vegetales.
Se ha detectado una cierta reducción en la abundancia de especies típicas nemorales, propias de bosques frescos, y un aumento en especies de prados, tendencias ambas que irían en concordancia con una cierta aridificación de la zona y, tal vez, un incremento del pastoreo de este hábitat.
Fuera de los objetivos del proyecto, aunque como hallazgo colateral del estudio realizado, se han encontrado especies vegetales muy raras en la Comunidad de Madrid, incluso alguna que no se conocía en la misma (Linaria repens, Verbascum lychnitis), reflejando que son necesarios estudios florísticos para conocer la distribución de las especies raras, muchas de ellas amenazadas. No se han detectado especies exóticas invasoras en los hábitats del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su Zona Periférica de Protección.