El vínculo entre la adaptación al cambio climático y la lucha contra la despoblación está recogido en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030.
El abandono rural experimentado en muchos municipios de España (el 62% han perdido población desde 2001; 74% en la última década) está deteriorando muchos de los sistemas y paisajes naturales y culturales. Por un lado, la pérdida de población, y actividad rural asociada, ocasiona en el territorio una pérdida de capacidad de adaptación y un aumento de riesgos, como los grandes incendios forestales. Por otro lado, los medios de vida rurales dependen en gran medida de recursos muy sensibles al clima, que por efecto del cambio climático ven alterados sus patrones y características.
Las áreas protegidas son herramientas inspiradoras para mejorar y promover las capacidades de adaptación al cambio climático en particular en territorios vulnerables tanto desde el punto de vista social como ambiental.
El objetivo general del proyecto es impulsar la integración de la lucha contra la despoblación y su contribución a la adaptación al cambio climático en la gestión y planificación de las áreas protegidas.
Como metas específicas se encuentran:
Integración del reto demográfico para la adaptación al cambio climático de las áreas protegidas (IntegrAdapt)