Este proyecto espera calcular la huella de carbono de todos los procesos de la cadena de elaboración del aceite de oliva en almazaras de dos contextos geográficos diferentes y representativos del sector, en las provincias de Sevilla y Tarragona.

Este proyecto espera calcular la huella de carbono de todos los procesos de la cadena de elaboración del aceite de oliva en almazaras de dos contextos geográficos diferentes y representativos del sector, en las provincias de Sevilla y Tarragona.

La producción de aceite de oliva conforma, en la actualidad, una compleja estructura agroindustrial que, en los últimos años, ha experimentado evoluciones tecnológicas significativas. Comprende actividades de muy diversa naturaleza: desde el cultivo del olivo, la recolección de las aceitunas, el transporte hasta la almazara, la molturación, la elaboración y el envasado del aceite producido. De esta manera, las diferentes actividades vinculadas con el proceso de producción presentan, cada una de ellas, una elevada interrelación con el medio ambiente y, concretamente, con el cambio climático.

Se trata de una relación de la que deben conocerse cuáles son sus efectos, las mejores técnicas disponibles y las formas de trabajar que puedan ponerse en práctica para optimizar dichas actividades de la forma más sostenible posible.

El cálculo de la huella de carbono aplicada a los diferentes métodos de elaboración contribuirá a incrementar el conocimiento del impacto energético en el sector del aceite de oliva, además de favorecer la replicabilidad de los resultados del proyecto en otras zonas.

Los resultados que se esperan son:

1. Cálculo de la huella de carbono del sector del aceite de oliva y recomendaciones para su mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático.
2. Manual de las oportunidades de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del aceite de oliva.
3. Sensibilización de los agentes clave en la elaboración del aceite de oliva (agricultores, responsables de las almazaras y envasadoras) sobre su contribución a la lucha contra el cambio climático.
4. Reducción entre un 10-12 por ciento del consumo energético y consecuentemente de las emisiones de CO2 generadas.