Los incendios forestales son uno de los factores de riesgo naturales más importantes en los ecosistemas mediterráneos. La superficie forestal quemada en 2022 (260.482 hectáreas) es más del triple de la media del último decenio.
Las condiciones que alimentan la causa de estos incendios son principalmente la frecuencia con que vivimos eventos de calor y sequía prolongados provocados por el efecto del cambio climático, especialmente en ambientes mediterráneos como es la península ibérica, y la falta generalizada de gestión forestal.
Según Cesefor, preparar las masas forestales a los efectos del cambio climático resulta fundamental para su adaptación frente a sus efectos. Estas medidas han de estar basadas en una gestión forestal sostenible y sostenida en el tiempo, que reduzca el impacto de los incendios forestales a la par que contribuye a luchar contra la despoblación a través de los recursos forestales locales.
El objetivo principal del proyecto es mejorar la adaptación de los bosques al cambio climático reduciendo el impacto de los incendios forestales a través del impulso de la gestión forestal en zonas despobladas (Soria, Palencia, Cuenca y Teruel).
Cuenta con las siguientes metas específicas:
Proyecto de impulso local para la adaptación climática de las zonas rurales en declive demográfico (PILA)