La entidad señala que los efectos del cambio climático pueden detectarse a partir de redes de seguimiento de las comunidades biológicas y de su biodiversidad. Dichas redes proporcionan información sobre las tendencias en la pérdida de biodiversidad, sobre la alteración de hábitats y sobre los cambios en las interacciones entre organismos.
En España son muy escasas estas redes y habitualmente se refieren a un sólo nivel trófico. En coordinación con la Administración Autonómica Valenciana, CSIC persigue establecer y posteriormente mantener, una red de parcelas de muestreo permanente en varios de los Parques Naturales existentes en la Comunidad Valenciana que cubra 20 de los hábitats terrestres de interés comunitario presentes.
Dicha red tiene el propósito de proporcionar una metodología validada y escalable a otros territorios, al tiempo que aportaría datos de diferentes de niveles tróficos a redes globales de seguimientos de la biodiversidad permitiendo a la Administración cumplir con varios acuerdos internacionales sobre biodiversidad y cambio climático.
El objetivo principal del proyecto ha sido establecer una red de seguimiento de la biodiversidad terrestre en diferentes hábitats y validar una metodología que pueda emplearse en varias comunidades autónomas de España.
Los objetivos específicos han sido los siguientes:
El proyecto “Red de seguimiento de la biodiversidad y del cambio climático” se ha centrado en la creación de una red de parcelas para el muestreo de biodiversidad repetido en el tiempo, es decir parcelas permanentes. Cada una de las parcelas ha sido monitorizada con el fin de detectar cambios en la vegetación y en la composición biológica del suelo a largo plazo. Dichas redes proporcionan información fundamental sobre las tendencias en la pérdida de biodiversidad, sobre la alteración de hábitats y sobre los cambios en las interacciones entre organismos, ya que España son muy escasas y no existe actualmente una metodología común entre regiones.
En coordinación con la Administración Autonómica Valenciana, el proyecto desarrollado por CSIC ha establecido una iniciativa pionera llamada “Red Bioclima” basada en el muestreo repetido de 70 parcelas en diferentes hábitats típicos de la región, distribuidas en 15 zonas protegidas de la Comunidad Valenciana, entre ellos; el LIC/ZEC “Aitana, Serrella i Puigcampana”, que comparte territorio con la ZEPA “Muntanyes de la Marina”, ambos espacios de la red Natura 2000 ubicados en la provincia de Alicante. A través del muestro se han obtenido datos para la caracterización del suelo, la diversidad microbiana asociada, la vegetación y temperatura del suelo a través de microsensores meteorológicos. La colaboración con los parques naturales, y las entidades que gestionan los otros espacios protegidos, permite contar con una mayor protección de las zonas de muestreo y centrarse en los efectos de las fluctuaciones climáticas.
Asimismo, la iniciativa ha permitido caracterizar 17 hábitats de interés comunitario como, por ejemplo, zonas subestépicas de gramíneas y anuales de Thero-Brachypodietea, pinares mediterráneos de pinos mesogeanos endémicos (9540) o bosques de Quercus ilex y Quercus rotundifolia. También se han identificado 14 especies o subespecies arbóreas principales detectadas como, por ejemplo; Juniperus oxycedrus subsp. macrocarpa, Juniperus thurifera, Pinus nigra, Pinus pinaster, Quercus ilex subsp. ballota o Quercus suber.
En el marco del proyecto se elaborado un mapa de localización de las parcelas de la red de seguimiento; la redacción del “Protocolo de muestreo en las parcelas de la Red Bioclima” y de un protocolo de muestreo de ciencia ciudadana para la recopilación de datos sobre los estadios fenológicos. Finalmente, ha puesto en marcha la sección Red Bioclima en la web de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana.
Dicha red ha permitido proporcionar una metodología validada y exportable a otros territorios, al tiempo que provee datos de diferentes niveles tróficos (plantas y diversidad microbiana, hongos y bacterias) y datos climáticos a nivel de superficie de suelo (actualmente muy raros en la región). Los datos proporcionados son muy demandados por redes globales de seguimientos de la biodiversidad, permitiendo a la Administración cumplir con varios acuerdos internacionales sobre biodiversidad y cambio climático.
Red de seguimiento de la biodiversidad y del cambio climático (Red Bioclima)