El turismo de nieve es uno de los más sensibles a los cambios climatológicos: el actual aumento de temperatura, el cambio en los regímenes de precipitaciones, la reducción de las precipitaciones y del espesor de la cubierta de nieve, o la erosión de los suelos y la retracción de la línea de árboles están impactando ya de forma negativa en la duración de la temporada de esquí y la reducción de zonas esquiables.
Todo ello amenaza la viabilidad y la sostenibilidad de un sector que juega un papel determinante como fuente de ingresos para buena parte del Pirineo aragonés. Por ello, es necesario que los ecosistemas de montaña lleven a cabo una urgente adaptación a esta crisis para garantizar la viabilidad de su desarrollo económico y social.
El objetivo principal es generar alternativas de adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña dependientes del turismo de nieve que mejoren la resiliencia del territorio y la cohesión social.
Entre sus metas específicas se encuentran:
Resiliencia de los ecosistemas de montaña: análisis de los impactos del cambio climático y prevención de conflictos en el desarrollo del turismo de nieve y su aplicación en el Pirineo Aragonés (PNACC – Turismo nieve)