CIEMAT ha llevado a cabo un proyecto para conocer los niveles de contaminación atmosférica y los riesgos que esto implica sobre las especies, para mejorar las políticas de proteción ambiental y la concienciación ciudadana.
La Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) ha finalizado el proyecto ‘Sensibilidad de las comunidades subalpinas Ibéricas al incremento de ozono y depósito de nitrógeno atmosférico’. El objetivo ha sido cuantificar el riesgo inducido por la contaminación atmosférica en la conservación de especies vulnerables de las cumbres mediterráneas en el contexto del Cambio Global y contribuir al desarrollo de políticas de protección medioambiental y la concienciación ciudadana. Esta iniciativa ha contado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica en el marco de su convocatoria de ayudas 2017. En la convocatoria del 2014 y 2016, la entidad se benefició de ayudas de los proyectos “CORETRA. Control Remoto de las Emisiones del Tráfico” y “Evaluación del impacto en la salud de eventos atmosféricos extremos producidos por el cambio climático –SINERGIA”.
Este programa ha estudiado, por vez primera, la sensibilidad de especies de pastos de las zonas de montaña mediterránea a los dos contaminantes atmosféricos más relevantes en estos lugares.
Durante el proyecto se ha estudiado la respuesta a los contaminantes atmosféricos de 5 especies presentes en la Sierra de Guadarrama, una de ellas, el Erodium paularense, endémica del Sistema Central catalogada como “En Peligro” por el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España. Los resultados analizados muestran que los niveles altos de contaminación atmosférica pueden alterar los complejos mecanismos fisiológicos de los que dispone la vegetación para sobrevivir a las duras condiciones ambientales de la montaña mediterránea y así alterar su resiliencia frente al cambio climático. También puede alterar la capacidad reproductiva de algunas especies, lo que resulta especialmente importante en el caso de las especies relictas o endémicas de distribución restringida. Además se ha observado que desde 2005, los niveles de contaminación de ozono troposférico en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, son más elevados que los establecidos en la legislación para la protección de la vegetación, mientras que otros contaminantes como los óxidos de nitrógeno o el dióxido de azufre son bajos.
También se desarrolló una importante campaña de divulgación con el objetivo de dar a conocer las investigaciones que se están desarrollando sobre la sensibilidad de la vegetación de zonas montañosas a la contaminación atmosférica a la comunidad científica, proporcionar información relevante a los gestores sobre los niveles de contaminación y el grado de sensibilidad de estos ecosistemas y, finalmente, aumentar la concienciación de los visitantes del Parque Nacional, y de la ciudadanía en general, sobre los impactos que sus actividades diarias tienen sobre la conservación de los ecosistemas en zonas naturales remotas.