Según el Instituto Español de Oceanografía, definir y cuantificar la vulnerabilidad es el punto de partida para desarrollar estrategias de adaptación al cambio climático. En este contexto, el proyecto VADAPES ha perseguido desarrollar un análisis exhaustivo de vulnerabilidad del sector pesquero español para dar soporte científico al diseño de medidas de adaptación. Combinando la exploración de riesgos ambientales y socio-económicos, se propone una aproximación transversal para identificar y reducir la vulnerabilidad y fortalecer la resiliencia de los ecosistemas marinos y sus recursos pesqueros asociados.
La iniciativa, además, busca proporcionar herramientas útiles (tablas de riesgo e indicadores) que den respuesta a las demandas de organismos internacionales (como la Unión Europea y FAO) que reclaman una adaptación integral en sistemas socio-ambientales. El modelado de vulnerabilidad ambiental y su análisis espacial permitirán proponer medidas de adaptación ajustadas a las especificidades del sector en el ámbito subregional (Atlántico y Mediterráneo), que serán consensuadas con los principales actores para determinar prioridades de actuación y establecer horizontes temporales de planificación.
Esta iniciativa es complementaria al proyecto LIFE INTEMARES, coordinado por la Fundación Biodiversidad.
El objetivo general del proyecto ha sido estudiar los patrones espaciales de vulnerabilidad al cambio climático de las pesquerías, los recursos pesqueros y sus ecosistemas asociados, sentando así la base científica para el desarrollo de medidas de adaptación al cambio climático para el sector pesquero a escala subregional, que reduzcan la vulnerabilidad y fortalezcan la resiliencia del propio sector y de los ecosistemas marinos explotados.
Los objetivos específicos han sido los siguientes:
El proyecto VADAPES ha estudiado los patrones espaciales de vulnerabilidad al cambio climático de las pesquerías, los recursos pesqueros y sus ecosistemas asociados, sentando la base científica para el desarrollo de medidas de adaptación a los impactos del cambio climático en el sector pesquero a escala regional.
Para ello, se ha estudiado el sistema pesquero desde una perspectiva socio-ecológica en dos zonas representativas del noroeste y mediterráneo peninsular. Se ha caracterizado la sensibilidad al cambio climático de estos ecosistemas y sus comunidades biológicas, investigando cómo sus distribuciones cambian en relación con los patrones de comportamiento del cambio climático.
Asimismo, se ha desarrollado un indicador de sensibilidad de las comunidades biológicas bento-demersales a partir de características del ciclo de vida, del hábitat y de la morfología de las principales especies de la comunidad. Esto ha permitido estudiar los patrones espaciales y la variabilidad temporal de la sensibilidad de las comunidades como respuesta al impacto combinado del calentamiento global y la actividad pesquera.
Los análisis de vulnerabilidad climática del sector pesquero muestran que España es uno de los países con el sector pesquero más vulnerable de Europa, a pesar de que estudios recientes a nivel subnacional apuntan hacia valores intermedios. El estudio también indica que la región mediterránea es generalmente más vulnerable que la noratlántica (principalmente como consecuencia de la menor capacidad de adaptación de las regiones mediterráneas y su mayor exposición), aunque hay importantes diferencias a escala local previamente desconocidas y que deben ser tenidas en cuenta para implementar las medidas de adaptación más eficaces en cada caso y evitar procesos de “maladaptación”.
Por otro lado, las regiones menos vulnerables se observaron en el Atlántico, en particular Cantabria, Asturias y el País Vasco. Galicia fue una excepción en el Atlántico, con valores de vulnerabilidad intermedios asociados a la exposición relativamente mayor (una plataforma continental amplia) y la sensibilidad pesquera muy alta. No obstante, los resultados de cada región son únicos en su combinación de dependencia del sector pesquero, desarrollo socioeconómico y exposición a los riesgos climáticos a nivel regional. Además, algunas regiones demandarían estudios más específicos debido a su complejidad biogeográfica. Por ejemplo, Andalucía presenta una importante heterogeneidad geográfica con parte de su territorio en el Mediterráneo y parte en el Atlántico, lo que exige estudios de vulnerabilidad más específicos para esta región que consideren su singularidad.
En conclusión, los análisis han mostrado que las comunidades con menos capacidades de adaptación fueron las Islas Baleares y Murcia. Además, se detectó un patrón diferente entre las regiones atlántica y mediterránea, con una menor capacidad de adaptación en la región mediterránea, debido principalmente al menor número de puertos de desembarque y a los menores desembarques de especies de bajo valor comercial. Todo esto evidencia, según la entidad, la urgencia de una planificación regional para cada Comunidad Autónoma que asegure la adaptación del sector pesquero, y que vaya más allá de las políticas esperadas a gran escala que pueden limitar la flexibilidad y comprometer su efectividad.
Finalmente, en base a una extensa revisión bibliográfica y procesos consultivos a agentes clave del sistema pesca-ecosistemas marinos, se ha producido un documento de medidas de adaptación, consistentes en:
Vulnerabilidad y desarrollo de estrategias de ADAptación al cambio climático en los recursos PESqueros y los ecosistemas marinos asociados (VADAPES)