El mejillón de río (Margaritifera margaritifera) es un molusco bivalvo de agua dulce en peligro de extinción, cuyo ciclo vital se caracteriza por contar con una fase parásita obligatoria, cercana a los 9 meses de duración, en las branquias de dos especies de salmónidos, el salmón atlántico (Salmo salar) y la trucha común (Salmo trutta).
Así, previamente al desarrollo de cualquier estrategia de conservación, es esencial profundizar en esta relación entre parásito y hospedador y abordar aspectos desconocidos de las poblaciones ibéricas, situadas en la periferia del área de distribución de la náyade, según la Universidad de Santiago de Compostela. La entidad también considera prioritario valorar la eficacia de ambas especies como hospedadoras, identificar si existen diferencias de afinidad de las poblaciones de náyade por una u otra a nivel de cuenca, testar el éxito del ciclo en el medio natural o evaluar el efecto de la parasitación artificial sobre el bienestar del pez.
En este sentido, esta iniciativa da continuidad a la estrategia ex situ del proyecto LIFE Margal-Ulla, incrementando el stock de juveniles, mejorando las técnicas de cultivo a través de la experimentación y ampliando sus objetivos a otras cuencas.
El objetivo general del proyecto ha sido incluir a los peces hospedadores como uno de los factores clave en las estrategias de conservación de la náyade M. margaritifera y dar continuidad al plan de conservación ex situ iniciado con el proyecto LIFE Margal-Ulla.
Los objetivos específicos han sido los siguientes:
El proyecto “MargaSalmo” se ha centrado en la relación que se crea entre el mejillón de río y sus hospedadores (salmón atlántico y trucha común), tratando de obtener datos sobre la especificidad de las relaciones en diferentes poblaciones, la eficacia de la trucha frente al salmón como hospedadores y el bienestar de los peces durante la infestación.
Los datos obtenidos subrayan la necesidad de contar con poblaciones en buen estado de conservación de hospedadores para asegurar la viabilidad de la náyade en el medio natural, aportando truchas y salmones aptitudes que optimizan los resultados de su ciclo vital, aunque en condiciones de cultivo se ha observado un mejor rendimiento del salmón, que se adapta mejor a las condiciones de cautividad.
Además, según la entidad, la conectividad fluvial se sigue revelando como factor clave para la regresión del actual estado demográfico de Margaritifera margaritifera, puesto que favorece la movilidad y el contacto de ambas especies hospedadoras con las poblaciones de náyades, asegurando su dispersión y un óptimo funcionamiento de este complejo ciclo vital.
El proyecto se ha cerrado con un considerable incremento del stock de juveniles (que pasó a tener 85.500 ejemplares) en las instalaciones de la Universidad de Santiago de Compostela que, gracias a este proyecto, ha podido mejorar sustancialmente sus equipamientos. Esto, unido al aumento de conocimientos y toda la experiencia adquirida por el equipo de trabajo a lo largo de los años, ha resultado en la mejora de las técnicas empleadas y de las condiciones de cultivo, traduciéndose en unos notables resultados en relación a los parámetros de supervivencia y crecimiento.
Factores implicados en la conservación de la náyade en peligro de extinción Margaritifera margaritifera. La importancia de los hospedadores en el desarrollo de estrategias ex situ (MargaSalmo)