Los suelos españoles están en situación de riesgo alto frente al cambio climático, en particular por su grave falta de carbono orgánico, disminuyendo su fertilidad natural. El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) contempla entre sus líneas de actuación “la evaluación de la práctica de una agricultura orientada a la conservación del suelo sobre el aumento del contenido de carbono orgánico y la mejora de la fertilidad edáfica”.
La agroecología biointensiva se ha adaptado a condiciones agroclimáticas de todo el mundo (en concreto, ha llegado ya a más de 140 países) y ha demostrado su impacto positivo sobre indicadores tales como el consumo de agua, fertilizantes, fertilidad del suelo y rendimientos en pequeñas unidades de producción de alimentos, siendo sumamente importante su alta capacidad de regeneración del suelo.
El presente proyecto ha implementado este método innovador con productores en las tres regiones climáticas españolas principales (atlántica, continental y mediterránea), permitiendo evaluar su eficacia para la adaptación al cambio climático, con especial atención a la resiliencia del suelo.
El objetivo general del proyecto ha sido demostrar la eficacia del método biointensivo de producción agroecológica de alimentos como solución innovadora para la adaptación al cambio climático de pequeñas unidades de producción.
Los objetivos específicos han sido los siguientes:
El cultivo biointensivo es un método agroecológico enfocado al autoconsumo y a la comercialización a pequeña escala. Según apunta la entidad, mientras respeta la naturaleza, obtiene mayores cosechas que la agricultura convencional en muy poco espacio, con un consumo de agua reducido y casi sin depender de ningún insumo externo. Por otro lado, junto con la preparación en profundidad del terreno, la aportación de enmiendas ecológicas adaptadas a las carencias de cada huerto, la selección cuidadosa de los cultivos y sus rotaciones y asociaciones, la agroecología biointensiva permite recuperar estructura y contenido en nutrientes de los suelos. Por este motivo, señalan que sería un aliado clave en la lucha contra la desertificación y el agotamiento de recursos, incluido el suelo, así como una herramienta frente al cambio climático.
Con este proyecto, Amigos de la Tierra ha logrado que 54 productores en Aragón, Baleares, Galicia y Madrid pusieran en práctica una huerta biointensiva a través de los diferentes apoyos previstos. Esta experiencia ha demostrado, según la entidad, que el cultivo biointensivo se adapta bien en las tres principales regiones climáticas españolas. Igualmente, se trata solo de un primer esfuerzo que siente las bases de una mayor extensión de este método de cultivo en toda España, como una herramienta útil para la adaptación al cambio climático y para la recuperación y protección del suelo.
De media, en todas las huertas se han obtenido rendimientos positivos, a la vez que una mejora de los suelos y una tendencia a la reducción de la necesidad de fertilizantes y agua. Además, la diversidad de cultivos sembrados en las huertas de estudio es muy alta (79 cultivos diferentes) y la incorporación de cultivos destinados a producir biomasa y carbono que alimente al suelo también resultó significativa (25 cultivos diferentes, que suponen un 44,2 % del área sembrada).
De igual modo, en el marco de esta iniciativa se han creado 5 Centros Agroecológicos de referencia en el método biointensivo que trabajarán en garantizar la continuidad de las acciones del proyecto.
Finalmente, la entidad también destaca la buena receptividad de los agricultores y agricultoras hacia este tipo de cultivos, que tradicionalmente no forma parte de la huerta en España, lo que significa un gran paso de cara a lograr huertas verdaderamente sostenibles y autosuficientes.
Cultivo biointensivo de alimentos: método agroecológico innovador para la adaptación al cambio climático de huertas familiares y comunitarias