De las 20 subespecies descritas a lo largo del área de distribución de la especie, en la península ibérica y Baleares están presentes tres de ellas, dos subespecies como reproductoras: la iberoriental –witherbyi– y la iberoccidental –lusitanica–; así como la subespecie norteña –schoeniclus–, que visita los humedales peninsulares y baleares únicamente durante los períodos de migración e invernada, entre octubre y abril.
El estado de conservación de ambas subespecies reproductoras está considerado como “En Peligro de Extinción”. Sin embargo, actualmente la tendencia negativa de ambas subespecies, su escasa área de distribución, su presencia en un número muy reducido de humedales, y la falta de calidad de hábitat hacen recomendable su catalogación como “En Peligro Crítico de Extinción”.
Según el último censo estatal, realizado en 2015, ambas subespecies no superan las 170 parejas, siendo la subespecie iberoccidental la que peor suerte corre con menos de 20 parejas reproductoras, tan solo presente en Galicia. La subespecie iberoriental encuentra en las Tablas de Daimiel, el Delta del Ebro y S’Albufera de Mallorca tres de los humedales que mantienen sus núcleos reproductores más importantes, además de varias pequeñas poblaciones fragmentadas en otros pequeños humedales manchegos y de la cuenca del Ebro. Asimismo, la información obtenida con estos censos será de gran valor para poner en marcha un estudio retrospectivo sobre la disponibilidad y dinámica de sus hábitats a través del análisis de imágenes satélite en los humedales en los que ha estado presente durante las dos últimas décadas.
Se trata de una especie con unos requerimientos ecológicos muy específicos, que utiliza para nidificar ambientes palustres con vegetación emergente y heterogénea, en parches abiertos donde no domina el carrizo. Dado que construye sus nidos ocultos entre la vegetación próxima al suelo, las sequías y el descenso de los niveles de inundación en sus territorios favorecen la entrada de predadores, principal causa de su fracaso reproductor. Por ello, es una especie que depende de que los humedales mantengan unos niveles de inundación durante los períodos habituales en el ámbito mediterráneo y con una gestión activa de la vegetación que evite que el carrizo ocupe los parches abiertos con eneas, juncos o masiegas. Su alimentación se basa, durante gran parte del año, en invertebrados, como las larvas de mariposas nocturnas que crían en los carrizos, e insectos de la vegetación perilagunar que encuentran prospectando minuciosamente ramas, tallos, yemas o vainas de carrizos. La especie no cuenta con Estrategia de Conservación, y tan solo Galicia y Comunidad Valenciana cuentan con un plan de recuperación de la especie.
El objetivo final del proyecto es desarrollar la Estrategia para la Conservación del escribano palustre en España, así como las bases científico-técnicas para redactar los planes de conservación de la especie en las comunidades autónomas donde esté presente. Como parte del mismo, además de actualizar el conocimiento del tamaño de población y su distribución, se están desarrollando acciones relacionadas con el análisis diversidad genética y flujo génico, estudios de la conectividad y fragmentación del paisaje, la viabilidad poblacional de las subespecies, los requerimientos ecológicos o análisis de los cambios en la disponibilidad de hábitat. Asimismo, se trabaja en la creación y dinamización de un grupo de trabajo con expertos en la especie y sus hábitats.
Todo ello permitirá disponer de todo el conocimiento disponible sobre la especie para mejorar sus capacidades de gestión a nivel estatal y autonómico, así como adecuar e incorporar nuevos criterios de gestión de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Red Natura 2000 en los grandes humedales en los que se encuentra presente. Complementariamente, de ser necesario, también dirigirá esfuerzos en mejorar la protección de nuevos humedales y asegurar la viabilidad de sus poblaciones en aquellos refugios en que se mantienen pequeñas poblaciones.
Estrategia para la conservación del escribano palustre en España