Los proyectos que desarrolla la Fundación Naturaleza y Hombre desde hace años han tenido el objetivo de conservar el patrimonio y los espacios naturales protegidos, así como de colaborar en la restauración de ecosistemas y en la recuperación de especies amenazadas de flora y fauna silvestres.
Este proyecto ha llevado a cabo acciones de conservación en los siguientes espacios Red Natura 2000: las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) “Río Miera”, “Montaña Oriental” y “Dunas del puntal y Estuario del Miera” y en el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) “Montes de Valnera”, contribuyendo a la Directiva Hábitats y a la mejora de especies prioritarias para el Plan Estratégico del Patrimonio Natural de la Biodiversidad. También ha pretendido mejorar el estado de conservación del medio, mediante el uso de razas autóctonas en peligro de extinción y en desuso, así como la mejora de la superficie de los hábitats naturales y el estado demográfico de las especies de interés de la cuenca hidrográfica del río Miera. Asimismo, estas acciones se han acompañado de un plan de comunicación para divulgar los valores naturales del paisaje y territorio como pilares fundamentales, implicando a la población local y a los agentes sociales vinculados al territorio.
El objetivo general de este proyecto ha sido el desarrollo de acciones de conservación y restauración en espacios Red Natura 2000 en el área limítrofe cántabro‐burgalesa, mejorando la conectividad de la cuenca del río Miera.
Los objetivos específicos han sido los siguientes:
Gracias al proyecto se ha dado continuidad a las labores de conservación del entorno del río Miera, trabajando en sus diferentes hábitats y especies amenazadas. Entre los principales hitos se destaca la plantación de más de 4.000 árboles de especies autóctonas como los serbales, abedules y hayas, la eliminación de más de 15.000 kilogramos de especies invasoras y la retirada de 2.450 kilogramos de residuos alrededor del río Miera.
Por un lado, se ha contribuido a la mejora de los hábitats de ribera mediante la plantación de 1.509 ejemplares de la especie autóctona Erica vagans, la eliminación de especies exóticas invasoras como la chilca (Baccharis halimifolia) y el plumero (Cortaderia selloana) y la recogida de residuos. Se ha realizado también el seguimiento en las reservas entomológicas de Ceceñas y Rubalcaba del ciervo volante (Lucanus cervus) y el caballito del diablo (Coenagrion mercuriale).
En el hábitat montano, se ha llevado a cabo la plantación de 4.010 árboles y la gestión silvopastoral de las fincas con acuerdos de Custodia del Territorio a lo largo de 73 hectáreas mediante el uso de razas de ganado autóctono en peligro de extinción (como las ovejas carranzanas y los caballos losinos) y se han abierto más de 4 kilómetros de cortafuegos, medidas ambas muy importantes para la lucha contra los incendios.
En cuanto al hábitat fluvial, se ha monitorizado a cinco truchas y se ha hecho el seguimiento de salmones, lo cual ha servido para evaluar la eficacia de las escalas instaladas en las primeras fases del proyecto, comprobándose que necesitan ser limpiadas recurrentemente de ramas y deshechos para evitar la obstrucción de las presas en LIérganes y para que las especies que habitan el río (como salmones y truchas) puedan remontarlo cómodamente, según asegura la entidad.
Finalmente, el hábitat de estuario y sistema dunar ha sido restaurado gracias a la eliminación de especies invasoras como el plumero y la chilca y la recuperación del brezal costero en la isla de Santa Marina.
En el marco del proyecto también se han realizado acciones de divulgación para dar a conocer la iniciativa. Asimismo, se ha impulsado la implicación de la población mediante visitas guiadas al museo Fluviarium, charlas y actividades de voluntariado.
Miera, conservación de la montaña cantábrico-burgalesa