Para resolver y mejorar la adaptación climática en las ciudades, el proyecto PROCESA tras un estudio ha establecido medidas para crear planes políticos en esta materia.

Las ciudades de todo el mundo están liderando la acción climática, creado importantes redes de ciudades, como el C40, y firmado compromisos globales, como el Pacto Mundial de Alcaldes. Aun cuando la implicación es alta, a nivel mundial, solo el 18% de las áreas urbanas presenta iniciativas de adaptación; en Europa, el 47% de las ciudades tiene planes de adaptación. Un progreso aún insuficiente, pero además ¿cómo saber si estos planes reducirán la vulnerabilidad?

Por esto, Basque Centre for Climate Change (BC3) ha finalizado el proyecto ‘PROCESA’ con el objetivo de determinar planes de seguimiento de la adaptación climática de las ciudades españolas. Esta iniciativa ha contado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica en el marco de su convocatoria de ayudas 2017.

Con esta actuación se ayuda a responder estas preguntas en el contexto de la planificación urbana en España. Para su realización se han aplicado dos nuevos enfoques que han sido testados en cuatro ciudades pioneras. El primero fue desarrollado para evaluar la credibilidad de las políticas de adaptación analizando, entre otros, aspectos políticos y económicos, el conocimiento técnico utilizado y su legitimidad. El segundo, se ha desarrollado específicamente en el marco de PROCESA para ver el grado el alineamiento de estas políticas con los riesgos climáticos y la incertidumbre, haciendo uso de la enorme experiencia a nivel global en gestión del riesgo de desastres. Ambos enfoques son críticos a la hora de definir y desarrollar políticas climáticas y se proponen, como metodologías de ayuda en la toma de decisiones, para guiar a las ciudades a empezar o mejorar los procesos locales de planificación de políticas de adaptación.

En PROCESA, se ha explorado la utilización de ambas herramientas a las políticas de adaptación de las 11 capitales españolas que cuentan con plan de adaptación al cambio climático.